jueves, 12 de mayo de 2016

 
Informe sobre el PETITORIO CIUDADANO surgido a raíz de la agresión al Consejo Consultivo Comunal de la Comuna 4
 
En la reunión que se realizó el día de ayer en la Legislatura entre la Comisión de Descentralización y el Secretario de Descentralización, los vecinos de once Comunas presentamos un PETITORIO CIUDADANO referido al ataque sufrido por asistentes a la reunión del Consejo Consultivo Comunal de la  Comuna 4, en el que reclamamos justicia y exigimos condiciones y garantías para el funcionamiento adecuado de los Consejos Consultivos Comunales.
 
La compañera de la red vecinal Boca Resiste y Propone impactó a todos los presentes cuando señaló que "hoy podríamos estar velando a dos compañeros en lugar de estar en esta reunión; porque cuando alguien le da un cuchillazo en el cuello a otro es para matarlo". Asistentes al plenario en cuestión, destacaron que la misma intención homicida llevó el golpe dado a otro vecino con un elemento contundente.
 
Lo señalado indica que se buscaba impedir por cualquier medio – incluso atacando mortalmente a los vecinos presentes en la reunión – que el Consejo Consultivo Comunal de la Comuna 4  manifestara la oposición vecinal a la venta irregular de los terrenos de Casa Amarilla.
 
Algunos hechos adicionales que contextualizan el accionar de este grupo violento, capitaneado por un conocido patotero del PRO y ejecutado por un empleado de la Comuna , confirman tanto el propósito de la agresión, como la impunidad con que esta se realizó.
 
En primer lugar cabe destacar que en la Comuna 4 el Consejo Consultivo Comunal no se reunía desde hacía dos años y medio, es decir, no existía. Se daba así una situación ideal para la concepción del Gobierno de la Ciudad sobre las Comunas ya que, según ella, los Consejos Comunales como ámbitos institucionales donde los vecinos y sus organizaciones participan orgánicamente en las decisiones sobre lo que quieren para sus barrios, son inaceptables. Luego de arduos esfuerzos, sin embargo, los vecinos y organizaciones de la Comuna lograron ponerlo nuevamente en funcionamiento, mediante una reunión autoconvocada realizada el 16 de Marzo de este año. En dicha reunión se analizó el tema de la venta irregular de terrenos de Casa Amarilla y se decidió, de común acuerdo, cuestionar dicha operación, porque le quitaba al barrio de la Boca la posibilidad tanto de limitar un poco la grave deficiencia habitacional que padece, cuanto de ampliar los necesarios espacios verdes de uso público.
 
A partir de ese hecho, curiosamente, el Juntista Diego Ariel Weik Presidente interino de la Junta Comunal convocó a una reunión del Consejo a la que calificó como "inaugural" desconociendo abiertamente la realizada en forma autoconvocada por los vecinos. Al momento de iniciarse la reunión el Sr. Weik asumió autoritariamente el lugar de "director" de la misma; acto a todas luces ilegal, por cuanto un miembro de la Junta Comunal no puede legalmente dirigir una reunión del Consejo Consultivo Comunal. Se suma a esta ilegalidad la exigencia impuesta, a todos los que quisieran asistir a la reunión, de registrarse previamente – de esa manera se sabía quienes iban a estar presentes – y el estricto control de documento personal y de la registración previa, realizado el día mencionado para permitir el ingreso al salón de la Sede Comunal. Con estas medidas se puso claramente de manifiesto la intención de "controlar y conducir" la reunión hacia un solo objetivo: evitar que se consolide formal e institucionalmente la oposición vecinal a la  entrega de Casa Amarilla al club de la ribera para construir un nuevo estadio.
 
Llama la atención, además, la casual ausencia policial en una zona de alta inseguridad y la inexistencia de la seguridad privada que siempre está en la sede comunal. Esto  permitió que la patota mencionada no solo agrediera a los vecinos sino que les impidiera salir del salón – convirtiéndolos en rehenes – durante la media hora posterior a la agresión, mientras los autores materiales desaparecían, en un claro ejemplo de lo que es una "zona liberada".  
 
Este detallado relato es necesario para dejar en evidencia una política clara y general del gobierno de la ciudad respecto a la voluntad ciudadana, que va más allá del lamentable ataque sufrido por los vecinos de la Comuna 4. Es una política que  se viene repitiendo desde el inicio de las Comunas y se repetirá una y otra vez bajo distintas modalidades, si no hacemos algo para impedirlo. Esta política se puede formular así: en las decisiones gubernamentales que obedecen a una concepción de ciudad alineada a los grandes negocios, los vecinos no deben intervenir de ninguna forma, y menos aún en forma orgánica e institucional a través de los Consejos Consultivos Comunales que establecen la  Constitución y la Ley 1777. Esto independientemente de que la política de relación con los vecinos sea presentada marketinera, pública e hipócritamente como respetuosa de los ciudadanos, asegurándole que "en todo estas vos".
 
Frente a la convicción de la existencia de esta política, fue una voluntad compartida por los vecinos de las once Comunas firmantes de la PETICIÓN CIUDADANA , remitirla a todos los Consejos Consultivos Comunales de la Ciudad , para que la traten y, si así lo acuerdan, adhieran a la misma y participen activamente para asegurar el cumplimiento de las exigencias en ella planteadas.
 
 
 
Carlos Wilkinson
Miembro del Consejo Consultivo Comunal de la Comuna 13
Integrante del MOVIMIENTO COMUNERO
 
 


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